Trata el presente libro de catalogar una serie de pueblos y aldeas de Cantabria que en la actualidad están despoblados, encontrándose ahora, lo que antaño eran casas habitadas por laboriosos campesinos, lugares desérticos y un tanto fantasmagóricos. Las lista de estas poblaciones que el autor saca del olvido empieza con Candenosa, en el municipio sureño de Valdeprado del Río, y le siguen Hontamió, en el valle de Peñamellera; Llendemozó, en las alturas de Cabuérniga; Los Picones, situado en el territorio pasiego de San Pedro del Romeral; Mediaconcha, en el municipio de Molledo; Mercadillo, en Valdeolea; Moroso, también en el sur, concretamente en Valderredible, y Porcieda, en Liébana.